Planning for your twilight years, including estate planning, might not seem important for young people, but the need for a plan can happen to anyone, and it's about more than just writing a will. Many people start retirement accounts in their twenties, which require them to designate a beneficiary. An unmarried young adult may have listed a parent, but as your relationships change, marriage, divorce, or long-term partner, you'll want to revisit who that person is. A durable power of attorney is someone you choose to make financial decisions for you. Just be sure to appoint someone you trust, because this person has the legal ability to make decisions and act on your behalf. A healthcare proxy or medical power of attorney is similar but can make medical decisions for you if you're incapacitated for any reason. This is something that can benefit anyone from age 18 and up. You'll also want to consider a plan for long-term care and a living will, which states what kind of end-of-life care you do and do not wish to receive. If you own a business or a variety of assets that are not passed down through beneficiaries, you may want to set up a trust to manage the distribution of those assets. A trust is especially important if any of the recipients are minors. And of course, you'll want to write a will. As an important and often complicated legal document, you'll want to consult a professional. The right advisor can help you sort out all of the paperwork you'll need for your estate planning and keep you in control of the decisions that will define your legacy.

La planificación de los años del crepúsculo, incluida la planificación del patrimonio, puede no parecer importante para los jóvenes, pero la necesidad de un plan puede ocurrirle a cualquiera, y es algo más que solo redactar un testamento. Muchas personas abren cuentas de jubilación a los veinte, lo que les obliga a designar un beneficiario. Un adulto joven soltero puede haber designado a uno de sus padres, pero a medida que cambien sus relaciones, matrimonio, divorcio o pareja de larga duración, querrá revisar quién es esa persona. Un poder notarial duradero es alguien a quien eliges para que tome decisiones financieras por ti. Debes asegurarte de nombrar a alguien de confianza, porque esta persona tiene capacidad legal para tomar decisiones y actuar en tu nombre. Un poder sanitario o poder médico es similar, pero puede tomar decisiones médicas por ti si estás incapacitado por cualquier motivo. Esto puede beneficiar a cualquier persona a partir de los 18 años. También debes tener en cuenta un plan de cuidados a largo plazo y un testamento vital, en el que indiques qué tipo de cuidados al final de la vida deseas recibir y cuáles no. Si tienes un negocio o una serie de bienes que no se transmiten a los beneficiarios, quizá te convenga constituir un fideicomiso para gestionar la distribución de esos bienes. Un fideicomiso es especialmente importante si alguno de los beneficiarios es menor de edad. Y, por supuesto, querrá redactar un testamento. Al tratarse de un documento legal importante y a menudo complicado, te conviene consultar a un profesional. El asesor adecuado puede ayudarte a resolver todo el papeleo que necesitarás para la planificación de tu patrimonio y mantenerte en control de las decisiones que definirán tu legado.