The modern world runs on credit.
 
 We borrow money to buy houses, vehicles,
 
 and even make everyday purchases like groceries,
 
 but not all debt is the same.
 
 There are two main types of debt, secured and unsecured.
 
 The essential difference between the two
 
 is whether or not any collateral is required for the loan.
 
 Collateral is simply property that the lender can seize
 
 in the event the borrower fails to pay back the money.
 
 Let's look at a couple examples.
 
 A mortgage is a very common type of secured loan.
 
 Because of the high costs,
 
 most people will need to borrow money to purchase a home.
 
 This is done through a mortgage,
 
 which allows you the borrower to use the property
 
 while it's still being paid off.
 
 But it gives the lender a security interest
 
 in the home that allows them to take possession
 
 of the property if payments aren't made.
 
 Car loans are another very common type of secured loan
 
 in which the lender generally holds the title of the car
 
 until the loan is paid off.
 
 Unsecured loans, on the other hand,
 
 are not backed by any assets
 
 and rely on the borrower's credit worthiness.
 
 Most credit cards are considered unsecured loans.
 
 The biggest difference between the two options
 
 for borrowers is the impact that collateral
 
 has on interest rates and loan terms.
 
 Because secured debts give lenders a fairly simple way
 
 to reclaim their outlay,
 
 they generally offer better terms and lower interest rates.
 
 Unsecured debts are generally much riskier for the lender
 
 leading to higher interest rates and less favorable terms.
 
 Which type of loan you choose will depend
 
 on what you plan to do with the loan,
 
 but both will generally require a look at your credit.
 
 So maintaining a good score
 
 will help you secure the best terms possible.
 
 
 			
			
 El mundo moderno se mueve mediante el crédito.
 
 Pedimos dinero prestado para comprar casas y vehículos,
 
 incluso hacemos compras diarias a crédito, como comestibles,
 
 pero no todas las deudas son iguales.
 
 Hay dos tipos principales de deudas,
 
 las garantizadas y las no garantizadas,
 
 y la diferencia esencial entre las dos
 
 es si se requiere o no alguna garantía para el préstamo.
 
 La garantía es propiedad que el prestamista puede embargar
 
 en caso de que el prestatario no cubra el préstamo.
 
 Veamos un par de ejemplos.
 
 Una hipoteca es un tipo muy común de préstamo garantizado.
 
 Debido a los altos costos de las casas,
 
 la mayoría de la gente
 
 necesitará pedir dinero prestado para comprar una casa.
 
 Esto se hace a través de una hipoteca,
 
 la cual permite al prestatario usar la propiedad
 
 mientras la sigue pagando,
 
 pero le da al prestamista una seguridad sobre la casa,
 
 así podrá tomar posesión de la propiedad
 
 si se incumple con los pagos.
 
 Los préstamos para autos
 
 son otro tipo muy común de préstamo garantizado,
 
 donde el prestamista suele retener la factura del automóvil
 
 hasta que el préstamo queda pagado.
 
 Los préstamos no garantizados, por otro lado,
 
 no están respaldados por ningún activo
 
 y dependen de la solvencia crediticia del prestatario.
 
 Casi todaas las tarjetas de crédito
 
 se consideran préstamos no garantizados.
 
 Y la mayor diferencia entre las dos opciones,
 
 en cuanto a los prestatarios, es el impacto de la garantía
 
 en las tasas de interés y los términos del préstamo.
 
 Ya que las deudas garantizadas permiten a los prestamistas
 
 recuperar de manera sencilla su dinero,
 
 suelen tener mejores términos y tasas de interés más bajas.
 
 Las deudas no garantizadas
 
 generalmente son mucho más riesgosas para el prestamista,
 
 lo que las lleva a tener tasas de interés más altas
 
 y condiciones menos favorables.
 
 El tipo de préstamo que elijas
 
 dependerá de lo que planees hacer con el préstamo,
 
 pero ambos requieren de una revisión de tu crédito,
 
 así que mantener un buen puntaje
 
 te ayudará a asegurar las mejores condiciones posibles.