Medical bills can have a major impact
on your finances.
When faced with a significant bill, the temptation is often
to reach for your credit card to pay off the entire cost.
But don't forget to look into other options
that may be available.
When you receive a medical bill from a medical provider,
the first thing you should do is look it over
and check for errors.
Mistakes can happen and the billing process is complicated.
Once you're sure your bill is correct,
ask about financial aid.
Depending on your household income and assets,
the healthcare provider may offer discounts
or bill forgiveness options.
Once you've worked through these steps to lower your bill
as much as possible, it's time to think about payment,
but don't reach for your credit card yet.
Most healthcare providers are willing to work with you
to create a payment plan, often at low or even no interest.
Since credit card interest rates average 20%,
that's a significant savings.
Just remember to make your monthly payments,
as nonpayment can result
in your bill being sent to collections.
While it's generally not advisable
to put large medical bills on your credit card,
there may be times when it makes sense for your situation.
If your card offers rewards like cash back or miles,
and you can pay it off at the end of the month.
If you have a card offering 0% APR for new purchases,
and you can pay off the debt
before the interest-free period ends.
You may have other options too.
Personal loans often have lower interest rates
than credit cards and may be a better choice
to help you pay off your medical bills.
Just be sure to read the terms
and conditions of your loan carefully.
If you have any questions about loans, feel free to ask.
We're happy to help.
Las facturas médicas
pueden tener un gran impacto en tus finanzas.
Cuando te enfrentas a una factura significativa,
la tentación a menudo es recurrir
a tu tarjeta de crédito para pagar todo el costo.
Pero no olvides considerar otras opciones
que puedan estar disponibles.
Cuando recibas una factura médica de un proveedor de salud,
lo primero que debes hacer es revisarla
y verificar si hay errores.
Los errores pueden ocurrir,
y el proceso de facturación es complicado.
Una vez que estés seguro de que tu factura es correcta,
pregunta sobre ayuda financiera.
Dependiendo de los ingresos y activos de tu hogar,
el proveedor de salud puede ofrecer descuentos
u opciones de condonación de facturas.
Una vez que hayas seguido estos pasos
para reducir tu factura tanto como sea posible,
es hora de pensar en el pago,
pero no saques tu tarjeta de crédito todavía.
La mayoría de los proveedores de salud
están dispuestos a trabajar contigo
para crear un plan de pago, a menudo con bajo interés
o incluso sin interés.
Dado que las tasas de interés de las tarjetas de crédito
promedian el 20 %, eso representa un ahorro importante.
Recuerda hacer tus pagos mensuales,
ya que la falta de pago puede resultar
en que tu factura sea enviada a cobranzas.
Aunque generalmente no se recomienda
poner grandes facturas médicas en tu tarjeta de crédito,
puede haber ocasiones en que tenga sentido hacerlo.
Si tu tarjeta ofrece recompensas como reintegros o millas,
y puedes pagarla al final del mes.
O si tienes una tarjeta que ofrece 0 % APR
para nuevas compras, y puedes pagar la deuda
antes de que termine el período sin intereses.
También puedes tener otras opciones.
Los préstamos personales
a menudo tienen tasas de interés más bajas
que las tarjetas de crédito y pueden ser una mejor opción
para ayudarte a pagar tus facturas médicas.
Asegúrate de leer los términos y condiciones
de tu préstamo cuidadosamente.
Si tienes alguna pregunta sobre préstamos,
no dudes en preguntar.
Estamos felices de ayudar.